La Redonda y el vino mexicano en Querétaro
Querétaro ha sido de gran importancia para la viticultura mexicana. En una la región se posicionó como importantes proveedores de uva para prestigiadas casas elaboradoras de Cognac, los cambios en la dinámica comercial mundial los obligó a replantear su actividad y años después se han convertido en símbolo de la época moderna del vino mexicano en el centro del país.
La historia de La Redonda inicia con Don Vittorio Giaginto Perencin (Vittorio para su familia, Jacinto para sus amigos mexicanos), perito agrario de profesión, especialista en viticultura y enólogo por la renombrada Escuela de Conegliano de Italia, llegó a México en los años 40, contratado por la compañía "Productos Vinícolas de Delicias" en donde hasta finales de 1951, se dedicó a desarrollar vides para los territorios de Chihuahua y Coahuila.
Persistente en su búsqueda, muda su estancia al Valle de San Juan del Río, Querétaro, en donde casi por una década se dedica a cultivar viñedos. Sin embargo y debido a su compromiso con la calidad de la vid, es llamado a acudir de nuevo a Baja California para dejar ahí, en Valle de Guadalupe, la huella importante de su presencia en vides tales como los vinos “Urbiñón” y “Terrasola”, primeros vinos mexicanos que marcaron una época.
Con Viñedos La Redonda, Don Vittorio se convierte formalmente en un pilar de la viticultura queretana y nacional, siendo en 1974 que planta el primer viñedo, principalmente con algunas variedades viníferas importadas de Francia: cabernet sauvignon, merlot, chenin blanc, ugni blanc y moscatel entre otras contribuyendo con la indispensable investigación para descubrir las variedades que mejores resultados pudieran dar en los territorios mexicanos de paisajes semidesérticos y caprichoso clima.
La historia de la bodega se divide en tres etapas; la primera como productores de uva para prestigiosas marcas como Martell de México, La Madrileña, Cavas San Juan y Vinos Hidalgo. La segunda etapa, iniciada 2003, se da con la presentación al mercado de etiquetas de vinos tranquilos “La Redonda” (vinos de mesa) “Orlandi” (vinos varietales y con crianza) y Sierra Gorda (vinos de gama, vinos de guarda).
La tercera etapa es una historia reciente, de continuidad y crecimiento con la ampliación y renovación de la bodega, nuevas diseños y la búsqueda de mejores vinos adecuados para maridar la amplia gastronomía de todo el país. Su hospitalidad los ha llevado a ser sede de importantes festivales gastronómicos y de vino, con actividades a lo largo del año acercan la cultura del vino a un público entusiasta que goza de sus amplias instalaciones y viñedos.
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Viñedos de La Redonda
La historia de La Redonda inicia con Don Vittorio Giaginto Perencin (Vittorio para su familia, Jacinto para sus amigos mexicanos), perito agrario de profesión, especialista en viticultura y enólogo por la renombrada Escuela de Conegliano de Italia, llegó a México en los años 40, contratado por la compañía "Productos Vinícolas de Delicias" en donde hasta finales de 1951, se dedicó a desarrollar vides para los territorios de Chihuahua y Coahuila.
Persistente en su búsqueda, muda su estancia al Valle de San Juan del Río, Querétaro, en donde casi por una década se dedica a cultivar viñedos. Sin embargo y debido a su compromiso con la calidad de la vid, es llamado a acudir de nuevo a Baja California para dejar ahí, en Valle de Guadalupe, la huella importante de su presencia en vides tales como los vinos “Urbiñón” y “Terrasola”, primeros vinos mexicanos que marcaron una época.
Miguel Angel de Santiago, Director Técnico.
Claudio Bortoluz Muñoz Director General y
Mauricio Salmón Secretario de Turismo del Estado de Querétaro
Con Viñedos La Redonda, Don Vittorio se convierte formalmente en un pilar de la viticultura queretana y nacional, siendo en 1974 que planta el primer viñedo, principalmente con algunas variedades viníferas importadas de Francia: cabernet sauvignon, merlot, chenin blanc, ugni blanc y moscatel entre otras contribuyendo con la indispensable investigación para descubrir las variedades que mejores resultados pudieran dar en los territorios mexicanos de paisajes semidesérticos y caprichoso clima.
La historia de la bodega se divide en tres etapas; la primera como productores de uva para prestigiosas marcas como Martell de México, La Madrileña, Cavas San Juan y Vinos Hidalgo. La segunda etapa, iniciada 2003, se da con la presentación al mercado de etiquetas de vinos tranquilos “La Redonda” (vinos de mesa) “Orlandi” (vinos varietales y con crianza) y Sierra Gorda (vinos de gama, vinos de guarda).
Visitantes de La Redonda Vinícola Queretana
La tercera etapa es una historia reciente, de continuidad y crecimiento con la ampliación y renovación de la bodega, nuevas diseños y la búsqueda de mejores vinos adecuados para maridar la amplia gastronomía de todo el país. Su hospitalidad los ha llevado a ser sede de importantes festivales gastronómicos y de vino, con actividades a lo largo del año acercan la cultura del vino a un público entusiasta que goza de sus amplias instalaciones y viñedos.
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