Monte Xanic Gran Ricardo: Señor vino
Monte Xanic fundada en 1987 por Manuel Castro, Eric Hagsater, Ricardo Hojel, Tomás Fernández y Hans Backhoff inició a la par de otros proyectos, una cascada de cambios en la industria vitivinícola nacional apostando a la calidad y a la producción de vinos con un estilo diferente a los vinos existentes en aquellos años. Justamente el año pasado celebró su 25 aniversario sacando al mercado ediciones conmemorativas y con la realización de sendas catas y cenas maridajes en diversos eventos a lo largo y ancho del país.
La empresa basada en Baja California ofrece una interesante gama de vinos, entre blancos, un rosado y varios tintos ha logrado cosechar reconocimientos dentro y fuera de México, notablemente varias medallas en concursos internacionales. Sin embargo a lo largo de los años ha trabajado con diferentes varietales, adaptándose a las cambiantes condiciones climáticas, incorporando nuevas tecnologías y como naturalmente ocurre en muchas bodegas del mundo, realizando ajustes y mejoras en la enología.
De su gama de vinos, es el Gran Ricardo su buque insignia. El vino nombrado así en homenaje a Ricardo Hojel quien desafortunadamente no alcanzó a ver cristalizado el proyecto vinícola, está inspirado en la mezcla bordalesa, la que típicamente incorpora Cabernet Sauvignon, Merlot, Petit Verdot, Malbec y Cabernet Franc aunque el Gran Ricardo no contiene estas dos últimas variedades. Hans Backhoff hijo comentó en su momento, de la diferencia de esta añada con respecto a las anteriores, siendo la 2010 mucho más frutal y jovial que sus predecesores. El clima ha sido más favorable en Baja California en los últimos años, aunado a ajustes en la enología nos proveen de un vino mexicano bastante recomendable con un gran potencial de guarda.
Nombre del vino: Gran Ricardo
Productor: Monte Xanic
País: México
Región: Baja California, Valle de Guadalupe
Variedades de uva: Cabernet Sauvignon, Merlot y Petit Verdot
Cosecha: 2010
Maduración: 18 meses en barricas de roble francés
Disponible en: Tiendas especializadas (La Europea, La Castellana, Bacus, Vinoteca) y tiendas departamentales.
Color granate obscuro de capa alta, con un ribete rosado. Al servirse de inmediato inunda la atmósfera circundante de aromas a ciruelas maduras e higo. Más adelante la copa entrega aromas que le añaden complejidad y elegancia: se perciben las notas de canela, humo y grafito. Es un vino que requiere tiempo para evolucionar y mostrar nuevas familias aromáticas. Minutos después, se pueden apreciar los balsámicos, notas de menta y eucalipto que se complementan con notas a caramelo tostado, tabaco e incluso más adelante surgen los recuerdos a hongos y suelo mojado. En paladar se muestra un vino señorial con gran intensidad en aromas, equilibrado con una acidez justa más una aterciopelada tanicidad que llama la atención con respecto a muchos otros vinos nacionales. De buen cuerpo en paladar, el vino llena de aromas frutales dejando paso a las notas de tabaco y café tostado. De final largo que recuerda el hijo y el caramelo tostado.
Es un vino corpulento, aromático, complejo y con un gran potencial de guarda que se recomienda trasvasar una hora antes de ser servido. Un producto bastante agradable en estos momentos, pero tendrá en años venideros su plenitud. Por su intensidad aromática y características en paladar, definitivamente es un vino para ser acompañado por alimentos. Perfecto para la parrillada con la familia y los amigos, el queso provolone y los cortes de carne a las brasas. Pastas con salsas cremosas o un lasagna van con la complejidad del Gran Ricardo. Cordero en salsa de menta o pato con recado negro son platos más elegantes que también funcionarán bien con este delicioso vino.
¡Salud!
La empresa basada en Baja California ofrece una interesante gama de vinos, entre blancos, un rosado y varios tintos ha logrado cosechar reconocimientos dentro y fuera de México, notablemente varias medallas en concursos internacionales. Sin embargo a lo largo de los años ha trabajado con diferentes varietales, adaptándose a las cambiantes condiciones climáticas, incorporando nuevas tecnologías y como naturalmente ocurre en muchas bodegas del mundo, realizando ajustes y mejoras en la enología.
De su gama de vinos, es el Gran Ricardo su buque insignia. El vino nombrado así en homenaje a Ricardo Hojel quien desafortunadamente no alcanzó a ver cristalizado el proyecto vinícola, está inspirado en la mezcla bordalesa, la que típicamente incorpora Cabernet Sauvignon, Merlot, Petit Verdot, Malbec y Cabernet Franc aunque el Gran Ricardo no contiene estas dos últimas variedades. Hans Backhoff hijo comentó en su momento, de la diferencia de esta añada con respecto a las anteriores, siendo la 2010 mucho más frutal y jovial que sus predecesores. El clima ha sido más favorable en Baja California en los últimos años, aunado a ajustes en la enología nos proveen de un vino mexicano bastante recomendable con un gran potencial de guarda.
Nombre del vino: Gran Ricardo
Productor: Monte Xanic
País: México
Región: Baja California, Valle de Guadalupe
Variedades de uva: Cabernet Sauvignon, Merlot y Petit Verdot
Cosecha: 2010
Maduración: 18 meses en barricas de roble francés
Disponible en: Tiendas especializadas (La Europea, La Castellana, Bacus, Vinoteca) y tiendas departamentales.
Color granate obscuro de capa alta, con un ribete rosado. Al servirse de inmediato inunda la atmósfera circundante de aromas a ciruelas maduras e higo. Más adelante la copa entrega aromas que le añaden complejidad y elegancia: se perciben las notas de canela, humo y grafito. Es un vino que requiere tiempo para evolucionar y mostrar nuevas familias aromáticas. Minutos después, se pueden apreciar los balsámicos, notas de menta y eucalipto que se complementan con notas a caramelo tostado, tabaco e incluso más adelante surgen los recuerdos a hongos y suelo mojado. En paladar se muestra un vino señorial con gran intensidad en aromas, equilibrado con una acidez justa más una aterciopelada tanicidad que llama la atención con respecto a muchos otros vinos nacionales. De buen cuerpo en paladar, el vino llena de aromas frutales dejando paso a las notas de tabaco y café tostado. De final largo que recuerda el hijo y el caramelo tostado.
Es un vino corpulento, aromático, complejo y con un gran potencial de guarda que se recomienda trasvasar una hora antes de ser servido. Un producto bastante agradable en estos momentos, pero tendrá en años venideros su plenitud. Por su intensidad aromática y características en paladar, definitivamente es un vino para ser acompañado por alimentos. Perfecto para la parrillada con la familia y los amigos, el queso provolone y los cortes de carne a las brasas. Pastas con salsas cremosas o un lasagna van con la complejidad del Gran Ricardo. Cordero en salsa de menta o pato con recado negro son platos más elegantes que también funcionarán bien con este delicioso vino.
¡Salud!
Dr. Salsa
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