Perspectivas: Nebbiolo Reserva Privada de L.A. Cetto 2005 y 2006
El primer twitt relacionado con éste tema de Carlos Cohen, un apreciado amigo con sendos estudios en gastronomía y vinos, me llamó mucho la atención. Apareció en mi timeline justo en la época en que participé en la presentación de la añada 2006 del Nebbiolo Reserva Privada de L.A. Cetto (ver L.A. Cetto celebra 25 años de su Nebbiolo Reserva Privada), Carlos comenta en su nota “Nebbiolo Cetto Reserva, L.A. Cetto, Ensenada, Baja California, México” su preocupación por un cambio en términos muy generales, en la complejidad aromática y en paladar entre la añada 2005 y 2006.
Me llamó mucho la atención porque el Nebbiolo Reserva Privada es un vino que aprecio mucho: estoy convencido que éste tipo de vinos son aquellos que permite el ingreso de nuevos interesados al vasto mundo del vino y en especial al vino mexicano. Pocos vinos nacionales te ofrecen éstas características en nariz y paladar a un precio tan accesible y es el mejor argumento para demostrar que existe buen vino mexicano a la altura de vinos de otros países, dentro de su categoría por supuesto.
En la cata vertical que participé previamente se probaron las añadas: 2006, 2000, 1999 y 1993. La diferencia en edad entre el 2006 y 2000 fue demasiado amplia como para realizar una comparación justa. Entre otras conclusiones de ésa velada fue que la edad favoreció al vino. Recuerdo entre mis favoritos al Reserva Privada 2000 y 1999: exquisitos vinos con muy buena potencia aromática, elegantes y tersos.
Nos dimos a la tarea de organizar entonces, una cata comparativa entre el cosecha 2005 y 2006. El objetivo: conocer de primera mano la diferencia en características generales entre ambos vinos.
Gracias a la amabilidad del estupendo restaurante-winebar Ego Tinto y con el entusiasmo de Olimpia, Bruno Becerra y Gerardo Mena de Ego Tinto y los buenos amigos: Brenda, Tere, Alfredo y Benjamín entre otros invitados se llevó a cabo una de las catas más interesantes de lo que va del 2011.
Finalmente no se logró conseguir una botella de Nebbiolo Reserva Privada 2004, pero a cambio se complementó la experiencia con una cata vertical de los vinos de la variedad Cabernet Sauvignon también Reserva Privada de L.A. Cetto que fueron una revelación.
Las condiciones para realizar la cata no pudieron ser mejores: perfecta iluminación, un juego de copas para cada tipo de vino, aislados de otras distracciones nos concentramos en disfrutar de cada vino.
Manteniendo al Nebbiolo Reserva Privada en diferentes copas, cada vino evolucionó y respiró a su ritmo dándonos creo yo, lo mejor de su expresión aromática y en paladar:
El Nebbiolo 2005 con un color intenso rojo picota aún con ribete rosado mostró una intensa nariz a frutas rojas maduras. Grosella fue el tipo de aromas más fácil de identificar y sin esperar mucho tiempo aparecieron notas de tabaco, vainilla y pimienta negra con unas ligeras notas de cuero. En paladar se mostró un vino con intensidad acompañado de una acidez ligera y una tanicidad presente, bien integrada. De final largo es un vino que invita al siguiente sorbo. Lentamente evolucionó mostrando aromas de ciruela pasa y notas mentoladas. Sin duda un excelente vino, redondo en sus características, con notas de fruta y adornos aromáticos interesantes propios de la barrica.
Ahora pasemos a la nota de cata del Nebbiolo 2006. En vista idéntico a su hermano mayor, picota obscuro con un ribete rosado y destellos violáceos. En nariz se nota una alta potencia aromática a frutas rojas maduras, grosella como la nota predominante. Acá si acaso, será la diferencia más importante: percibí más fruta que la añada anterior. Aunque desde la primera nariz presentó notas balsámicas y poco a poco fue evolucionando entregando notas herbáceas, chocolate amargo y aroma de hojas de tabaco. En paladar se percibió un vino que confirma lo encontrado en nariz, con un toque de acidez agradable, eso sí, un poco menos tánico que el anterior. Final largo con recuerdo a chocolate amargo. Fue evolucionando en copa como el vino 2005 presentando nuevas notas de eucalipto y un poquitín de caramelo. En términos generales me parece también un vino redondo en sus características, muy agradable y con una buena dosis de complejidad.
En resumen, primero recordemos lo tremendamente subjetivo del tema de la evaluación de un vino, influyen muchos factores: desde la temperatura de servicio hasta el estado de ánimo de quien lo bebe. Estoy convencido que no hay una evaluación definitiva sobre un vino, nuestro paladar va cambiando conforme vamos conociendo nuevos vinos y quizás más importante aún: van cambiando nuestras expectativas.
Por otro lado un tema de gran importancia para el vino mexicano es la continuidad de calidad entre añadas. Salvo algunos proyectos vitivinícolas que de forma deliberada desean que se exprese el viñedo con la menor intervención del enólogo, con los riesgos que esto implica (de acuerdo a lo que han comentado sus propietarios), el resto de las bodegas medianas y por supuesto aquellas de mayor tamaño, aspiran a una continuidad en calidad de sus productos si no es que en la comercialización de mejores caldos cada vendimia.
Algunos proyectos vinícolas han tenido dificultad para lograr dicha continuidad con sorpresas poco agradables. Esos productores tienen que redoblar esfuerzos para entender la causa de los problemas, pero hasta dónde puedo conocer, además de la experiencia de cada vinicultor, también influye de forma importante la disponibilidad de la fruta cada cosecha.
El Nebbiolo Reserva Privada 2006 me pareció un vino muy bueno en términos de fruta, acidez, tanicidad y la complejidad aromática que se percibe a partir de sus notas mentoladas y de chocolate. De buena potencia aromática como la añada previa, un paso agradable en paladar y final largo. Cierto que el 2006 muestra más fruta que la añada previa y un poco de menos tanicidad. Pero no es una diferencia tan grande como para estar de acuerdo con ésta afirmación: “…esa constancia y cualidades deseables de las que hablaba antes de este vino emblemático mexicano terminaron en 2005”. En mi opinión, las diferencias que he percibido están en función de los ajustes en bodega que exige el clima y L.A. Cetto ha logrado mantener el mismo nivel de calidad en términos generales. Vinos excepcionales, muy probablemente aquellos como el 2004 o el 2000 que tuve oportunidad de conocer. Me parece que éste tipo de detalles son el encanto adicional del vino que lo distingue del resto de bebidas: habrá añadas excepcionales en el que se conjuntaron factores en la viña y en la bodega e incluso en el mercado que dieron por resultado vinos únicos.
El 2006 como sus predecesores, es un vino muy recomendable y que muestra una relación precio calidad difícil de encontrar en el contexto del vino mexicano y en específico sobre el varietal nebbiolo, tal y como fue demostrado en una cata ciega posterior que organizamos como una segunda parte de éste estudio.
Quizás es un tema de perspectivas: en comparación con el 2005, el Reserva Privada 2006 es diferente, sin embargo no podría decir que es de calidad inferior. Por otro lado éste último vino, el 2006 en comparación con algunos vinos mexicanos cien por cien nebbiolo me ha sorprendido positivamente. Pero cuando consideramos el precio como un factor de la ecuación, el 2006: destaca de sus competidores, brilla por su excelente relación precio calidad.
Estimado lector yo le invito a conocer y disfrutar de éste vino, póngalo usted mismo a prueba en comparación con la añada 2005. Estoy convencido que ambos serán de su agrado.
Le quedo a deber la reseña de la cata vertical de Cabernet Sauvignon, una interesantísima cata vertical del vino mexicano Contraste y el resultado de la cata comparativa de vinos monovarietales nebbiolo mexicanos. Agradezco la gentileza de EgoTinto, la atención de su equipo de trabajo y ojalá se repita pronto.
Quedan muchos temas por explorar: si se ha respetado el varietal y cómo se sitúa más allá de México, entre un largo etcétera. Pero quiero hacer énfasis que éstos ya son temas para winegeeks. Lo importante es que usted, amable lector disfrute de sus momentos acompañados de vino, podría tener en su copa el más extraordinario Barolo de Piamonte pero poco vale esto, si para usted no es un momento memorable. Le deseo exactamente lo contrario: ¡que disfrute siempre de su comida, cena o ese encuentro con amigos y familia!... el vino es un ingrediente más, pero no el más importante.
¡Salud!
Dr. Salsa
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Enlaces externos:
Bodega L.A. Cetto
Me llamó mucho la atención porque el Nebbiolo Reserva Privada es un vino que aprecio mucho: estoy convencido que éste tipo de vinos son aquellos que permite el ingreso de nuevos interesados al vasto mundo del vino y en especial al vino mexicano. Pocos vinos nacionales te ofrecen éstas características en nariz y paladar a un precio tan accesible y es el mejor argumento para demostrar que existe buen vino mexicano a la altura de vinos de otros países, dentro de su categoría por supuesto.
Restaurante winebar Ego Tinto ubicado en Plaza Arcos II Santa Fe
En la cata vertical que participé previamente se probaron las añadas: 2006, 2000, 1999 y 1993. La diferencia en edad entre el 2006 y 2000 fue demasiado amplia como para realizar una comparación justa. Entre otras conclusiones de ésa velada fue que la edad favoreció al vino. Recuerdo entre mis favoritos al Reserva Privada 2000 y 1999: exquisitos vinos con muy buena potencia aromática, elegantes y tersos.
Nos dimos a la tarea de organizar entonces, una cata comparativa entre el cosecha 2005 y 2006. El objetivo: conocer de primera mano la diferencia en características generales entre ambos vinos.
Estoy convencido que no hay una evaluación definitiva sobre un vino, nuestro paladar va cambiando conforme vamos conociendo nuevos vinos y quizás más importante aún: van cambiando nuestras expectativas
Gracias a la amabilidad del estupendo restaurante-winebar Ego Tinto y con el entusiasmo de Olimpia, Bruno Becerra y Gerardo Mena de Ego Tinto y los buenos amigos: Brenda, Tere, Alfredo y Benjamín entre otros invitados se llevó a cabo una de las catas más interesantes de lo que va del 2011.
Finalmente no se logró conseguir una botella de Nebbiolo Reserva Privada 2004, pero a cambio se complementó la experiencia con una cata vertical de los vinos de la variedad Cabernet Sauvignon también Reserva Privada de L.A. Cetto que fueron una revelación.
Las condiciones para realizar la cata no pudieron ser mejores: perfecta iluminación, un juego de copas para cada tipo de vino, aislados de otras distracciones nos concentramos en disfrutar de cada vino.
Los protagonistas de la cata comparativa
Manteniendo al Nebbiolo Reserva Privada en diferentes copas, cada vino evolucionó y respiró a su ritmo dándonos creo yo, lo mejor de su expresión aromática y en paladar:
El Nebbiolo 2005 con un color intenso rojo picota aún con ribete rosado mostró una intensa nariz a frutas rojas maduras. Grosella fue el tipo de aromas más fácil de identificar y sin esperar mucho tiempo aparecieron notas de tabaco, vainilla y pimienta negra con unas ligeras notas de cuero. En paladar se mostró un vino con intensidad acompañado de una acidez ligera y una tanicidad presente, bien integrada. De final largo es un vino que invita al siguiente sorbo. Lentamente evolucionó mostrando aromas de ciruela pasa y notas mentoladas. Sin duda un excelente vino, redondo en sus características, con notas de fruta y adornos aromáticos interesantes propios de la barrica.
Ahora pasemos a la nota de cata del Nebbiolo 2006. En vista idéntico a su hermano mayor, picota obscuro con un ribete rosado y destellos violáceos. En nariz se nota una alta potencia aromática a frutas rojas maduras, grosella como la nota predominante. Acá si acaso, será la diferencia más importante: percibí más fruta que la añada anterior. Aunque desde la primera nariz presentó notas balsámicas y poco a poco fue evolucionando entregando notas herbáceas, chocolate amargo y aroma de hojas de tabaco. En paladar se percibió un vino que confirma lo encontrado en nariz, con un toque de acidez agradable, eso sí, un poco menos tánico que el anterior. Final largo con recuerdo a chocolate amargo. Fue evolucionando en copa como el vino 2005 presentando nuevas notas de eucalipto y un poquitín de caramelo. En términos generales me parece también un vino redondo en sus características, muy agradable y con una buena dosis de complejidad.
En resumen, primero recordemos lo tremendamente subjetivo del tema de la evaluación de un vino, influyen muchos factores: desde la temperatura de servicio hasta el estado de ánimo de quien lo bebe. Estoy convencido que no hay una evaluación definitiva sobre un vino, nuestro paladar va cambiando conforme vamos conociendo nuevos vinos y quizás más importante aún: van cambiando nuestras expectativas.
Por otro lado un tema de gran importancia para el vino mexicano es la continuidad de calidad entre añadas. Salvo algunos proyectos vitivinícolas que de forma deliberada desean que se exprese el viñedo con la menor intervención del enólogo, con los riesgos que esto implica (de acuerdo a lo que han comentado sus propietarios), el resto de las bodegas medianas y por supuesto aquellas de mayor tamaño, aspiran a una continuidad en calidad de sus productos si no es que en la comercialización de mejores caldos cada vendimia.
Algunos proyectos vinícolas han tenido dificultad para lograr dicha continuidad con sorpresas poco agradables. Esos productores tienen que redoblar esfuerzos para entender la causa de los problemas, pero hasta dónde puedo conocer, además de la experiencia de cada vinicultor, también influye de forma importante la disponibilidad de la fruta cada cosecha.
Armando Macías de Ego Tinto y los vinos protagonistaas de la velada
El Nebbiolo Reserva Privada 2006 me pareció un vino muy bueno en términos de fruta, acidez, tanicidad y la complejidad aromática que se percibe a partir de sus notas mentoladas y de chocolate. De buena potencia aromática como la añada previa, un paso agradable en paladar y final largo. Cierto que el 2006 muestra más fruta que la añada previa y un poco de menos tanicidad. Pero no es una diferencia tan grande como para estar de acuerdo con ésta afirmación: “…esa constancia y cualidades deseables de las que hablaba antes de este vino emblemático mexicano terminaron en 2005”. En mi opinión, las diferencias que he percibido están en función de los ajustes en bodega que exige el clima y L.A. Cetto ha logrado mantener el mismo nivel de calidad en términos generales. Vinos excepcionales, muy probablemente aquellos como el 2004 o el 2000 que tuve oportunidad de conocer. Me parece que éste tipo de detalles son el encanto adicional del vino que lo distingue del resto de bebidas: habrá añadas excepcionales en el que se conjuntaron factores en la viña y en la bodega e incluso en el mercado que dieron por resultado vinos únicos.
El 2006 como sus predecesores, es un vino muy recomendable y que muestra una relación precio calidad difícil de encontrar en el contexto del vino mexicano y en específico sobre el varietal nebbiolo, tal y como fue demostrado en una cata ciega posterior que organizamos como una segunda parte de éste estudio.
Quizás es un tema de perspectivas: en comparación con el 2005, el Reserva Privada 2006 es diferente, sin embargo no podría decir que es de calidad inferior. Por otro lado éste último vino, el 2006 en comparación con algunos vinos mexicanos cien por cien nebbiolo me ha sorprendido positivamente. Pero cuando consideramos el precio como un factor de la ecuación, el 2006: destaca de sus competidores, brilla por su excelente relación precio calidad.
Los invitados y el estupendo ambiente de Ego Tinto
Le quedo a deber la reseña de la cata vertical de Cabernet Sauvignon, una interesantísima cata vertical del vino mexicano Contraste y el resultado de la cata comparativa de vinos monovarietales nebbiolo mexicanos. Agradezco la gentileza de EgoTinto, la atención de su equipo de trabajo y ojalá se repita pronto.
Quedan muchos temas por explorar: si se ha respetado el varietal y cómo se sitúa más allá de México, entre un largo etcétera. Pero quiero hacer énfasis que éstos ya son temas para winegeeks. Lo importante es que usted, amable lector disfrute de sus momentos acompañados de vino, podría tener en su copa el más extraordinario Barolo de Piamonte pero poco vale esto, si para usted no es un momento memorable. Le deseo exactamente lo contrario: ¡que disfrute siempre de su comida, cena o ese encuentro con amigos y familia!... el vino es un ingrediente más, pero no el más importante.
¡Salud!
Dr. Salsa
Otras notas relacionadas:
L.A. Cetto celebra 25 años de su Nebbiolo Reserva Privada
Viaje en el tiempo: cata vertical de Nebbiolo Reserva Privada de L.A. Cetto
3a Edición de La Guía de Vinos Mexicanos de Aturo Bodenstedt
Un año de retos y oportunidades para el vino, dentro y fuera de México
El Vino Mexicano, desafíos y oportunidades: Viticultura Unida 2009
Enlaces externos:
Bodega L.A. Cetto
Como estuvo la cata ciega? Seria interesantisimo ver el 2005 vs el 2006 pero a ciegas. Espero encontrar algo del 2005 todavia para jugar un poco =)
ResponderEliminarSaludos!
Leo
Hola Leonardo,
ResponderEliminarMe temo que la cata de ésta reseña no fue a ciegas, quizás fue una faceta que nos faltó experimentar.
La otra cata, de diferentes vinos monovarietales nebbiolo si fue ciega, con resultados interesantes cuya reseña en breve sale.
Saludos
Dr. Salsa
Hola Dr Salsa!
ResponderEliminarPues ahora que estuve por Guadalajara, encontré el 2005 en "La Playa". Hace mucho que no lo tomaba, y me llamó la atención lo prominente de la madera en el vino... Se me hizo hasta fuera de balance. Unos días mas tarde, en Puebla, compré el 2006, y para mí la gran diferencia entre ambos es que en el 2006, la madera no es tan evidente. Siento que hasta está mucho mejor balanceada que en el 2005. No sé si será menos tiempo en madera, menos madera nueva... sería interesante un "mano a mano", pero en Puebla ya no pude conseguir el 2005.
Otra cosa que me llamó la atención es que ambos tienen una nota de fruta pasificada bastante alta. Ese caracter a mi me gusta, y en garnacha puede ser muy agradable, pero en exceso puede ser un poco desagradable... No sé pero para el 2005 y 2006, se me hace que un poco menos de fruta pasificada les iría mejor.
Un abrazo!
Leo.
Hola Leo,
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, bastante interesante.
Coincido contigo que la diferencia entre el 2005 y 2006 es el predominio de las notas amaderadas, es totalmente válido que las percepciones sean diferentes.
En mi opinión, me agradó más el 2005. Camilo Magoni no nos compartió más detalles sobre la diferencia en el uso de barricas nuevas y de segundo uso entre ambas añadas, pero si nos reveló que hace ajustes en cada cosecha y me parece natural dadas las variaciones en las condiciones climáticas.
Con respecto a las notas de frutas pasificadas, coincido contigo, una presencia moderada de éstas notas contribuyen a una apreciación buena del vino, en exceso resultan empalagosas y cansan el paladar.
Sin embargo en éstos vinos, tanto el Nebbiolo 2005, 2006, así como los Cabernet Sauvignon, me parecen que están bien integradas.
Gracias por tu comentario, saludos y ¡un abrazo!
Dr. Salsa