Vino y romance, seis experiencias para compartir en pareja
Un vino es un producto romántico por excelencia, porque en una botella de vino hay encerrados sueños, sentimientos, emociones y mucha pasión.
Cuando una botella se descorcha da inicio una poesía de aromas que describen poco a poco su historia, como lo hace una pareja que empieza a conocerse en su primera cita.
Cuando alzamos una copa y vemos la delicadeza con la que el vino acaricia melosamente las pardes de cristal, nuestros sentidos empiezan el anhelo por probar ese vino, como cuando tenemos una sonrisa que nos invita a robar un beso.
Cuando un buen vino llena nuestra boca de aromas y sabores, cuando se siente el fluir de su historia de vino en nuestro paladar la sensación puede ser tan impactante que puede convertirse en un instante inolvidable como lo es ese momento único en las parejas que marca un antes y un después.
Uno vino tiene su personalidad y carácter único forjado a través de una historia llena de eventos, como sucede en el caso de las personas.
Cuando una botella llega a nuestras manos, póngase a pensar en todo lo que le ha sucedido ese vino, por esa razón decimos que un vino es un ser vivo: su camino se remonta incluso antes de la vendimia que recogió el fruto, alguien sembró las vides y las cuidó como parte de su familia, más adelante con el esfuerzo de muchas manos, con la visión del del enólogo y con los anhelos de la bodega se fue transformando fruta en vino hasta encapsular en esa botella, los sueños, sentimientos y pasión de quienes le dieron vida.
Yo creo que por esa razón el hecho de degustar y deleitarse con un buen vino no tiene sentido si no se comparte con la familia, los amigos, y en particular con la pareja.
Al momento de degustar un vino, se despiertan sensaciones y se desencadenan recuerdos más allá de lo consciente, y todo esto se ve potenciado cuando se comparte: Cuando la experiencia percibida por nuestros sentidos trasciende de uno mismo y se convierte en la complicidad de dos.
Estas reflexiones vienen al caso porque deseo sugerir un grupo de experiencias para despertar su imaginación como pareja.
Primeramente para crear un espacio de mutua complacencia de los sentidos en los que las emociones vayan surgiendo, como despiertan los aromas de un vino en la copa, y en segundo lugar impulsar el deseo para salir de la rutina para crear lo que es tan especial que es nuestras vidas: recuerdos inolvidables.
A continuación, echando mano de toda la versatilidad que nos proporciona generosamente el vino y todo lo que está alrededor de éste regalo fruto de la naturaleza y la pasión del hombre, planteo cinco ideas de vino y romance: el placer de compartir el placer.
Un atardecer con vino
¿Quién no se ha sentido cautivado por la simpleza y grandeza de apreciar una linda puesta de sol?, el atardecer es un momento idóneo en el que la actitud del día cambia: de las actividades frenéticas del día a un momento de contemplación, digamos que uno se dispone para gratificación de los sentidos. Y qué mejor que acompañar este momento con un fresco vino blanco, frutal o floral que vaya dejando este rocío de gotitas alrededor de la copa.
¿Qué tal se escucha la idea de acompañar la puesta del sol con un vino espumoso, una cava o un Champagne?, acompañado de unos quesitos frescos con rebanadas de higo, mientras el color del cielo se torna de azul a tonos lilas y naranjas.
¿O qué mejor que acompañados por un vino que los franceses le llaman nada menos como: "vin d'une nuite" (vino de una noche)?, no se asuste amigo lector, me refiero a los vinos rosados a los que éste término de una noche se refiere al tiempo que permanece en contacto el mosto y lo hollejos para producir
este tono rosado. Estos vinos son excelentes por su frescura, su potencia aromática y color seductor.
Ahora bien si usted reside en una zona urbana, también habrá algún restaurante o bar de vinos con alguna tranquila terracita para compartir un atardecer romántico.
En particular en la Ciudad de México, hay una gran oferta de lugares para una experiencia de este tipo, de los que podemos mencionar:
Compartir una experiencia de aprendizaje
¿Alguna vez han deseado salir de la rutina y redescubrir la emoción de conocer algo nuevo?, yo les recomendaría que como pareja tomaran un curso de vino.
Los cursos de vino son únicos porque son historia, son cultura, y en muchos los casos estan llenos de leyendas, pero al mismo tiempo un curso les permite conocer otros aspectos de la pareja, les da oportunidad de aprender de las diferencias de cómo interpretan sus sentidos y cómo reaccionan ante nuevos aromas y sabores.
Es una actividad interactiva y muy divertida, les llevará a interesantes descubrimientos sobre su pareja, por ejemplo si los dos son capaces de detectar los mismos aromas o qué recuerdos les traen los aromas. Será un juego entre tres: el vino, y ustedes dos.
Esta experiencia de un curso sobre vinos pueden encontrarla en varias ciudades del pais, en particular les comparto algunas referencias en la Ciudad de México y Monterrey:
En la Ciudad de México:
- Paulina Granados está organizando un curso específicamente para parejas, que da inicio el próximo miércoles 4 de noviembre. Para más información escribir a: paulinagranados@tallerdelvino.com
- Círculo Sibarita que yo lo recomiendo muchísimo (mi reseña de este curso en una entrada previa) está por abrir un curso el próximo 7 de noviembre.
- Club Bacus regularmente organiza cursos de introducción y catas los fines de semana.
- Tierra de Vinos tiene varios eventos a lo largo del año.
- Vinoteca organiza diversas catas de vinos de diferentes paises.
- Mundo Gourmet es otra opción de cursos.
En Monterrey:
- Restaurante Buké, todos los miércoles organizan catas de excelentes etiquetas acompañados de platillos gourmet.
- Vinoteca también organiza diversas catas.
Para estar actualizado en cursos y catas, por supuesto acá en su casa Vinus Tripudium pueden consultar los eventos que conocemos se llevarán a cabo, pero también les recomiendo los sitios:
Eventos próximos de Rafa Ibarra
VinoClub
Juntos en la cocina (brevemente)... preparar una cata para parejas
Ahora si se busca esta experiencia a un presupuesto mas accesible, ¿qué tal organizar una pequeña cata para parejas?, poner música suave, colocar unas velitas en la mesa y coordinar juntos una reunión entre parejas.
Esta experiencia les puede llevar tambien juntos a descubrir sus puntos de vista sobre sabores, estilos, cepas, por ejemplo elegir juntos el tipo de cata que desean: si quieren una cata del mismo varietal, digamos Shiraz o Cabernet, o una cata con vinos de una región por ejemplo vinos ensenadenses, o vinos españoles o franceses, o una cata vertical, una cata ciega, catas en copa negra, etc. Y divertirse preparando unos bocadillos sencillos para los invitados, o ustedes no se compliquen, unas aceitunas y pidan una pizza a domicilio.
Para ideas de cómo realizar la cata, les recomiendo el excelente artículo de Rafa Ibarra: Tips para una buena cata publicada en la edición de Noviembre de la Revista Vinísfera.
Esta actividad también es idónea para transformar la cocina como un espacio de encuentro para las parejas.
Cena romántica en alguna vinícola
Si existe un poco más de libertad de tiempo, pues no hay nada más romántico que visitar una de las múltiples vinícolas disponibles en el país. Pensado como parte de una escapada de fin de semana, las personas en el norte del pais tienen muy accesible el Valle de Guadalupe en Baja California, y para las personas que residen en la Ciudad de México, las vinícolas de Freixenet y La Redonda en el estado de Querétaro quedan fácilmente accesibles en auto.
En particular la bodega Freixenet cada año, en verano organiza en un escenario espectacular, un evento al que le llama "Cena en la intimidad". Un evento en el que se combina el romanticismo natural de una bodega vinícola, y además una muestra de gastronomía, por su puesto la alegría espumosa de sus "cavas", producto principal de la casa Freixenet y un espectáculo de música y danza.
A lo largo del año diversas bodegas organizan eventos, reciéntemente Monte Xanic llevó a cabo una experiencia bajo el nombre: "Universo Estrellas y Romanticismo en Monte Xanic" que incluía una visita a la cava, una cena, una proyección de temas astronómicos y la degustación de los vinos de la casa en un escenario espectacular como lo son los viñedos de Monte Xanic en el Valle.
Un viaje lleno de romance, recorrer juntos una ruta del vino
Para los más aventureros que cuentan con un poco de tiempo, pueden compartir las emociones y gratificaciones de un recorrido por alguna Ruta del Vino. En particular en Ensenada, se tiene todo para vivir un viaje inolvidable de consentimiento a todos los sentidos, en la gastronomía disfrutar de la cocina Baja-meditarránea con les fruit de mer más deliciosos y de bajo costo quizás del país, hasta ver los hermosos paisajes de los viñedos, con las parras en línea ondulantes a través de las colinas de los valles.
Disfrutar de la arquitectura de las bodegas, de sus apacibles patios y jardines, y ¿porque no? robar un beso en la penumbra de la cava, entre aromas de madera y las emociones a flor de piel.
Cada bodega tiene su estilo particular, de arquitectura y de viñedos, algunas como Adobe Guadalupe, tiene un hotel boutique en la misma bodega con todos los servicios, al lado de uno de los valles más hermosos de Baja California. Usted puede dar un paseo en caballo en los viñedos de la propiedad y regresar a sus terrazas para refrescarse con el vino rosado de la casa: Uriel.
En Querétaro puede visitar la feria del Queso y del Vino, dar un paseo en globo o visitar un pueblito lleno de tradición en la Peña de Bernal, La formación rocosa más grande de México.
La máxima experiencia del vino: fiestas de la Vendimia en Ensenada Baja California
Es la a máxima experiencia en México para vivir el romance y disfrutar de los placeres del vino son las Fiestas de la Vendimia, que se celebran durante el mes de agosto en las diferentes zonas vinícolas del país pero que por su alegría y colorido se destacan las de Ensenada y el Valle de Guadalupe.
Ahora que si lo suyo cómo pareja es la fiesta y la algarabía, las fiestas de la Vendimia es el momento de vivir todo tipo de festejos acompañados del elixir de la vid, en dónde encontrarán celebraciones de todo tipo y para todos los gustos: muestras gastronómicas, comidas campestres, conciertos de música clásica, ópera, jazz, el Concierto del Crepúsculo de Monte Xanic, Cena de gala de Adobe Guadalupe, fiestas de música electrónica, tours a las diferentes bodegas, berbenas populares y por si fuera poco, además cuenta con la vida nocturna de la ciudad de Ensenada.
En muchos lugares pueden disfrutar juntos de una excelente gastronomía de clase mundial en la elegancia del Restaurante el Rey Sol, la exquisitez simple del Mahi Mahi y muchos otros lugares.
En resumen: sol, playa, gastronomía, paisajes, sabores, vinos, arquitectura, cultura, historia, pasión de los creadores de vinos ¡me faltan palabras para describir todo lo que se vive en Ensenada!.
Las fiestas de la vendimia en Ensenada es todo un despliegue de una inesperada mezcla de las tradiciones del México mestizo, de la cultura Europea, y de todas las corrientes artísticas y de una tradición vinícola de nivel mundial que encuentra su propia expresión de forma local en Baja California , todo junto para el deleite de sus invitados.
Es tan grande la experiencia de las fiestas vendimia que eso merece su propio artículo, pero créanme ustedes que una experiencia que será inolvidable para ustedes como pareja.
No hay excusa para que puedan disfrutarse como pareja, y aunque estas ideas les invitan a salir de la rutina, hoy mismo pueden crear esta atmósfera romántica: básta con conseguir unas velitas, unas aceitunas, unos quesitos, un CD de música que les guste a los dos, bajar la intensidad de la luz y por supuesto una botellita del vino de su preferencia y ¡listo!...
No hay que buscar más allá, recordemos que el placer está en compartir el placer.
Saludos.
Dr. Salsa.
Notas relacionadas:
Una forma romántica de entrar en el mundo del vino
Excelente curso de introducción al vino en la Ciudad de México
Cata de vinos orgánicos en Bacus y nuevas sucursales en la ciudad
¿Que tal un vinito tinto para acompañar las tardes lluviosas?
Cuando una botella se descorcha da inicio una poesía de aromas que describen poco a poco su historia, como lo hace una pareja que empieza a conocerse en su primera cita.
Cuando alzamos una copa y vemos la delicadeza con la que el vino acaricia melosamente las pardes de cristal, nuestros sentidos empiezan el anhelo por probar ese vino, como cuando tenemos una sonrisa que nos invita a robar un beso.
Cuando un buen vino llena nuestra boca de aromas y sabores, cuando se siente el fluir de su historia de vino en nuestro paladar la sensación puede ser tan impactante que puede convertirse en un instante inolvidable como lo es ese momento único en las parejas que marca un antes y un después.
Uno vino tiene su personalidad y carácter único forjado a través de una historia llena de eventos, como sucede en el caso de las personas.
Cuando una botella llega a nuestras manos, póngase a pensar en todo lo que le ha sucedido ese vino, por esa razón decimos que un vino es un ser vivo: su camino se remonta incluso antes de la vendimia que recogió el fruto, alguien sembró las vides y las cuidó como parte de su familia, más adelante con el esfuerzo de muchas manos, con la visión del del enólogo y con los anhelos de la bodega se fue transformando fruta en vino hasta encapsular en esa botella, los sueños, sentimientos y pasión de quienes le dieron vida.
Yo creo que por esa razón el hecho de degustar y deleitarse con un buen vino no tiene sentido si no se comparte con la familia, los amigos, y en particular con la pareja.
Al momento de degustar un vino, se despiertan sensaciones y se desencadenan recuerdos más allá de lo consciente, y todo esto se ve potenciado cuando se comparte: Cuando la experiencia percibida por nuestros sentidos trasciende de uno mismo y se convierte en la complicidad de dos.
Estas reflexiones vienen al caso porque deseo sugerir un grupo de experiencias para despertar su imaginación como pareja.
Primeramente para crear un espacio de mutua complacencia de los sentidos en los que las emociones vayan surgiendo, como despiertan los aromas de un vino en la copa, y en segundo lugar impulsar el deseo para salir de la rutina para crear lo que es tan especial que es nuestras vidas: recuerdos inolvidables.
A continuación, echando mano de toda la versatilidad que nos proporciona generosamente el vino y todo lo que está alrededor de éste regalo fruto de la naturaleza y la pasión del hombre, planteo cinco ideas de vino y romance: el placer de compartir el placer.
Un atardecer con vino
¿Quién no se ha sentido cautivado por la simpleza y grandeza de apreciar una linda puesta de sol?, el atardecer es un momento idóneo en el que la actitud del día cambia: de las actividades frenéticas del día a un momento de contemplación, digamos que uno se dispone para gratificación de los sentidos. Y qué mejor que acompañar este momento con un fresco vino blanco, frutal o floral que vaya dejando este rocío de gotitas alrededor de la copa.
¿Qué tal se escucha la idea de acompañar la puesta del sol con un vino espumoso, una cava o un Champagne?, acompañado de unos quesitos frescos con rebanadas de higo, mientras el color del cielo se torna de azul a tonos lilas y naranjas.
¿O qué mejor que acompañados por un vino que los franceses le llaman nada menos como: "vin d'une nuite" (vino de una noche)?, no se asuste amigo lector, me refiero a los vinos rosados a los que éste término de una noche se refiere al tiempo que permanece en contacto el mosto y lo hollejos para producir
este tono rosado. Estos vinos son excelentes por su frescura, su potencia aromática y color seductor.
Ahora bien si usted reside en una zona urbana, también habrá algún restaurante o bar de vinos con alguna tranquila terracita para compartir un atardecer romántico.
En particular en la Ciudad de México, hay una gran oferta de lugares para una experiencia de este tipo, de los que podemos mencionar:
El hotel boutique Condesa DF en la bohemia colonia Condesa.
En Polanco tiene el Hábita, el Hotel W o el Au pied de cochon.
El restaurante El Lago en el precioso lago de la zona de Chapultepec.
Compartir una experiencia de aprendizaje
¿Alguna vez han deseado salir de la rutina y redescubrir la emoción de conocer algo nuevo?, yo les recomendaría que como pareja tomaran un curso de vino.
Los cursos de vino son únicos porque son historia, son cultura, y en muchos los casos estan llenos de leyendas, pero al mismo tiempo un curso les permite conocer otros aspectos de la pareja, les da oportunidad de aprender de las diferencias de cómo interpretan sus sentidos y cómo reaccionan ante nuevos aromas y sabores.
Es una actividad interactiva y muy divertida, les llevará a interesantes descubrimientos sobre su pareja, por ejemplo si los dos son capaces de detectar los mismos aromas o qué recuerdos les traen los aromas. Será un juego entre tres: el vino, y ustedes dos.
Esta experiencia de un curso sobre vinos pueden encontrarla en varias ciudades del pais, en particular les comparto algunas referencias en la Ciudad de México y Monterrey:
En la Ciudad de México:
- Paulina Granados está organizando un curso específicamente para parejas, que da inicio el próximo miércoles 4 de noviembre. Para más información escribir a: paulinagranados@tallerdelvino.com
- Círculo Sibarita que yo lo recomiendo muchísimo (mi reseña de este curso en una entrada previa) está por abrir un curso el próximo 7 de noviembre.
- Club Bacus regularmente organiza cursos de introducción y catas los fines de semana.
- Tierra de Vinos tiene varios eventos a lo largo del año.
- Vinoteca organiza diversas catas de vinos de diferentes paises.
- Mundo Gourmet es otra opción de cursos.
En Monterrey:
- Restaurante Buké, todos los miércoles organizan catas de excelentes etiquetas acompañados de platillos gourmet.
- Vinoteca también organiza diversas catas.
Para estar actualizado en cursos y catas, por supuesto acá en su casa Vinus Tripudium pueden consultar los eventos que conocemos se llevarán a cabo, pero también les recomiendo los sitios:
Eventos próximos de Rafa Ibarra
VinoClub
Juntos en la cocina (brevemente)... preparar una cata para parejas
Ahora si se busca esta experiencia a un presupuesto mas accesible, ¿qué tal organizar una pequeña cata para parejas?, poner música suave, colocar unas velitas en la mesa y coordinar juntos una reunión entre parejas.
Esta experiencia les puede llevar tambien juntos a descubrir sus puntos de vista sobre sabores, estilos, cepas, por ejemplo elegir juntos el tipo de cata que desean: si quieren una cata del mismo varietal, digamos Shiraz o Cabernet, o una cata con vinos de una región por ejemplo vinos ensenadenses, o vinos españoles o franceses, o una cata vertical, una cata ciega, catas en copa negra, etc. Y divertirse preparando unos bocadillos sencillos para los invitados, o ustedes no se compliquen, unas aceitunas y pidan una pizza a domicilio.
Para ideas de cómo realizar la cata, les recomiendo el excelente artículo de Rafa Ibarra: Tips para una buena cata publicada en la edición de Noviembre de la Revista Vinísfera.
Esta actividad también es idónea para transformar la cocina como un espacio de encuentro para las parejas.
Cena romántica en alguna vinícola
Si existe un poco más de libertad de tiempo, pues no hay nada más romántico que visitar una de las múltiples vinícolas disponibles en el país. Pensado como parte de una escapada de fin de semana, las personas en el norte del pais tienen muy accesible el Valle de Guadalupe en Baja California, y para las personas que residen en la Ciudad de México, las vinícolas de Freixenet y La Redonda en el estado de Querétaro quedan fácilmente accesibles en auto.
En particular la bodega Freixenet cada año, en verano organiza en un escenario espectacular, un evento al que le llama "Cena en la intimidad". Un evento en el que se combina el romanticismo natural de una bodega vinícola, y además una muestra de gastronomía, por su puesto la alegría espumosa de sus "cavas", producto principal de la casa Freixenet y un espectáculo de música y danza.
A lo largo del año diversas bodegas organizan eventos, reciéntemente Monte Xanic llevó a cabo una experiencia bajo el nombre: "Universo Estrellas y Romanticismo en Monte Xanic" que incluía una visita a la cava, una cena, una proyección de temas astronómicos y la degustación de los vinos de la casa en un escenario espectacular como lo son los viñedos de Monte Xanic en el Valle.
Un viaje lleno de romance, recorrer juntos una ruta del vino
Para los más aventureros que cuentan con un poco de tiempo, pueden compartir las emociones y gratificaciones de un recorrido por alguna Ruta del Vino. En particular en Ensenada, se tiene todo para vivir un viaje inolvidable de consentimiento a todos los sentidos, en la gastronomía disfrutar de la cocina Baja-meditarránea con les fruit de mer más deliciosos y de bajo costo quizás del país, hasta ver los hermosos paisajes de los viñedos, con las parras en línea ondulantes a través de las colinas de los valles.
Disfrutar de la arquitectura de las bodegas, de sus apacibles patios y jardines, y ¿porque no? robar un beso en la penumbra de la cava, entre aromas de madera y las emociones a flor de piel.
Cada bodega tiene su estilo particular, de arquitectura y de viñedos, algunas como Adobe Guadalupe, tiene un hotel boutique en la misma bodega con todos los servicios, al lado de uno de los valles más hermosos de Baja California. Usted puede dar un paseo en caballo en los viñedos de la propiedad y regresar a sus terrazas para refrescarse con el vino rosado de la casa: Uriel.
En Querétaro puede visitar la feria del Queso y del Vino, dar un paseo en globo o visitar un pueblito lleno de tradición en la Peña de Bernal, La formación rocosa más grande de México.
La máxima experiencia del vino: fiestas de la Vendimia en Ensenada Baja California
Es la a máxima experiencia en México para vivir el romance y disfrutar de los placeres del vino son las Fiestas de la Vendimia, que se celebran durante el mes de agosto en las diferentes zonas vinícolas del país pero que por su alegría y colorido se destacan las de Ensenada y el Valle de Guadalupe.
Ahora que si lo suyo cómo pareja es la fiesta y la algarabía, las fiestas de la Vendimia es el momento de vivir todo tipo de festejos acompañados del elixir de la vid, en dónde encontrarán celebraciones de todo tipo y para todos los gustos: muestras gastronómicas, comidas campestres, conciertos de música clásica, ópera, jazz, el Concierto del Crepúsculo de Monte Xanic, Cena de gala de Adobe Guadalupe, fiestas de música electrónica, tours a las diferentes bodegas, berbenas populares y por si fuera poco, además cuenta con la vida nocturna de la ciudad de Ensenada.
En muchos lugares pueden disfrutar juntos de una excelente gastronomía de clase mundial en la elegancia del Restaurante el Rey Sol, la exquisitez simple del Mahi Mahi y muchos otros lugares.
En resumen: sol, playa, gastronomía, paisajes, sabores, vinos, arquitectura, cultura, historia, pasión de los creadores de vinos ¡me faltan palabras para describir todo lo que se vive en Ensenada!.
Las fiestas de la vendimia en Ensenada es todo un despliegue de una inesperada mezcla de las tradiciones del México mestizo, de la cultura Europea, y de todas las corrientes artísticas y de una tradición vinícola de nivel mundial que encuentra su propia expresión de forma local en Baja California , todo junto para el deleite de sus invitados.
Es tan grande la experiencia de las fiestas vendimia que eso merece su propio artículo, pero créanme ustedes que una experiencia que será inolvidable para ustedes como pareja.
No hay excusa para que puedan disfrutarse como pareja, y aunque estas ideas les invitan a salir de la rutina, hoy mismo pueden crear esta atmósfera romántica: básta con conseguir unas velitas, unas aceitunas, unos quesitos, un CD de música que les guste a los dos, bajar la intensidad de la luz y por supuesto una botellita del vino de su preferencia y ¡listo!...
No hay que buscar más allá, recordemos que el placer está en compartir el placer.
Saludos.
Dr. Salsa.
Notas relacionadas:
Una forma romántica de entrar en el mundo del vino
Excelente curso de introducción al vino en la Ciudad de México
Cata de vinos orgánicos en Bacus y nuevas sucursales en la ciudad
¿Que tal un vinito tinto para acompañar las tardes lluviosas?
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